lunes, 27 de julio de 2015

Reflexión: A veces, la vida.


Nos diferencia del resto de seres vivos ser seres sociales y racionales.
La razón nos da la coherencia, nos permite el pensamiento y almacena los recuerdos pero, también nos da problemas. Problemas de cabeza y corazón.
Cuestiones que no se asimilan, otras que no atienden a nuestra lógica, algunas que no se digieren y que, finalmente somatizamos.
Sabéis a lo que me refiero pues es probable que os haya pasado, os esté sucediendo o, quizás os ocurra en el futuro.
Puede que un mal sueño nos traiga de vuelta el pasado, puede que el olvido siga acordándose de esa persona, puede que la nostalgia no nos permita disfrutar del momento, puede que la incertidumbre sea la angustia del presente, puede que la ignorancia nos golpee contra la más dura realidad, puede que un futuro sin expectativas sea el final de nuestros sueños, puede que el cariño más deseado sea el acero más frío que nunca hayamos tocado, puede que exista el gris y no vemos más que blanco o negro...
Cuando esto suceda no os asustéis y, sobre todo no os derrumbéis. No dejéis que la razón se nuble ante una situación crítica, ya sea económica, familiar, laboral, social y/o particular.
Jamás os rindáis ante nada ni nadie, la vida es maravillosa, sólo déjala fluir. " No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista".
Hace dos años y cinco meses mi problema se llamaba trastorno ansioso-depresivo, al que hice dueño de mi vida, convirtiendo mis miedos en síntomas orgánicos y funcionales, aislándome de mis círculos sociales, odiando lo que consideré que fueron las causas y causantes de mi mal estado y llorando ante la menor ocasión.
En los peores momentos de mi enfermedad desee ser cualquier otro ser: un perro, un gato, una planta, cualquiera que no pudiera sentir el dolor de la palabra, que no tuviera que buscar un sustento, cualquiera que sólo se interesase por vivir. Abrir los ojos cada día y agradecer al sol que calienta, al aire que aleja lo que no nos gusta o a la lluvia que borra una mala huella.
Ahora vuelvo a ser la que era, con ayuda eso sí y muy buena, pues es importante saber que no estamos solos, que hay profesionales y familiares dispuestos a hacer lo mejor por y para ti, que ellos te abren camino donde no hay más que zarzas.
He aprendido que una actitud positiva es una herramienta imprescindible, que el rencor y el temor aumentan el daño sufrido y que si no puedes o no sabes afrontar el problema lo mejor es asumirlo y ser consciente de que el cambio no siempre depende de uno mismo.
Por último, he dejado de cuestionármelo todo para vivirlo todo!!!!!

7 comentarios:

  1. Impresionante, valiente y sincero. T quiero

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  2. Mil terapeutas o médicos no tienen el poder que tienen las palabras de tu hermano.

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  3. Ellos, dos de las más bellísimas personas que tengo la suerte de tener a mi lado!!!!
    Hermano te quiero mucho yo también y, a ti, mi prima preferida, que decirte que ya no sepas con sólo mirarnos.

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  4. No sabes cuanta razón llevas... o quizás si.
    En muchas ocasiones tenemos el pensamiento de que todo en su justa medida es razonable. Pero cuando se trata de resolver cuestiones relacionadas con vivencias propias (que para nosotros, son entendidas como incoherencias a las que encontrar una respuesta, con el fin conformista de trankilizar nuestro afán por conocer la consecuencia de las cosas y dar así sentido a nuestra existencia...), dotar a la razón de un sentido y poder que únicamente nos capacita para aceptar la solución que nos satisfaga, puede ser un asunto peliagudo. Si quedan dudas en la respuesta, implicará una curiosidad de conocimiento insatisfecha que en ocasiones, mal gestionada podría llegar a suponer periodos de ansiedad prolongados que, obviamente, nos transmitirían una inseguridad que a su vez derivase en trastornos de conducta; desorganización en los apegos; interiorización empática de una realidad ajena... En definitiva: entrar en un bucle de auto-negación e incluso culpabilidad por cosas que escapan a nuestro control pero nos parecen responsabilidad nuestra. Tristeza, apatía.

    Eres ejemplo claro de cual es la mentalidad que hay que adoptar ante la vida ; ) positivismo!!
    Buscar y saber disfrutar de las cosas mas sencillas (aquellas que por rutinarias olvidamos apreciar), capturar la esencia de cada momento; beber de ese sorbito de experiencia, atesorarlo y seguidamente, pasar al siguiente cuento que puede ser escrito a nuestro antojo sobre páginas en blanco que perduraran en la memoria de todo aquel con el que compartamos algún momento de complicidad...

    Una sonrisa sincera de alguien ya lejana a quien se recuerda con especial cariño, puede ayudar a superar muchas crisis personales y tiempos de zozobra. No por la sonrisa en sí, si no por las sensaciones que evocan momentos felices en uno.

    Un abrazo

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  5. Verdaderamente así es Fer y, aunque nos repetimos, una y otra vez, que todo pasa por algo, que el tiempo pone las cosas en su lugar y que si se lo que me sucede y qué lo causa, ¿por qué tengo que ponerme así??¿Por qué oscurecen mis pensamientos, se acelera mi corazón, se cierra mi estómago y viene a perturbar cuando más tranquila estaba?
    Corría por las redes últimamente una frasecita que decía que la ansiedad no es síntoma de debilidad sino de haber sido fuertes durante mucho tiempo. En resumidas cuentas, la complejidad del ser humano!!!
    Por aquí también se te recuerda como una gran persona y provocas cierta nostalgia. Fueron gratos momentos!!!
    Besos!!!

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