miércoles, 27 de enero de 2016

Microrrelato: Ya

Obra elegida en el II Concurso de Microrrelatos "Otoño e invierno". Diversidad Literaria.

Ya no siente nada y maldice cada día el aire que entra y llena sus pulmones. Ya apenas distingue la llegada de otro gélido invierno. Ya no se obliga a recordar la noche que heló su corazón para siempre. Ya sólo espera el dulce sopor.


Noticiario: Fallece una mujer tras la explosión acontecida en un céntrico barrio de Madrid. Se investigan las causas que pudieron desatar dicha tragedia.


viernes, 22 de enero de 2016

El poder de la inocencia

Cuento presentado al I Concurso de Cuentos Infantiles Ojos Verde Ediciones, cuya temática era cuentos para contar y como único requisito: una extensión máxima de 700 palabras, incluido el título.
Agradecer que lo hayan seleccionado junto a otros 55 bonitos cuentos que pasarán a formar parte de un mágico libro, el cual os animo a comprar. Disponible en la web de Ojos verdes ediciones.

http://galeria.dibujos.net/fantasia/duendes-y-hadas/
Cuenta una leyenda que tres jóvenes y cándidas hadas practicaban divertidas el uso de sus inexpertas alas. Reían por encima de los árboles y se retaban a conseguir vuelos más altos y prolongados, sin advertir que se habían adentrado en el Reino de las Sombras. Un lugar que nada tenía que ver con su nombre porque en él se iluminaba cada rincón, la luz de los rayos del sol atravesaba ramas, rocas… cualquier ser vivo o inerte, llegando a calentar su tierra, propiciando el crecimiento de múltiples plantas de colores y especies exóticas. Todas ellas maravillosas. Un regalo a los ojos de quien lo contemplaba. 
Pero desde hacía un tiempo esos ojos no eran más que los de una princesa desdichada y abandonada en un reino solitario.
En los años de abundancia, cuando apenas contaba con cinco años de edad, el reino sufrió un grave incendio. Todos los que allí habitaban huyeron despavoridos. Muchos perdieron la vida.
El rey pudo llevar a orillas del río a la princesa y ponerla a salvo bajo las largas y colgantes ramas de un sauce de Babilonia.
La pequeña princesa esperó el regreso de sus padres durante horas, incluso días. Una espera cubierta de lágrimas, cuyo único testigo de su pena y cómplice de su angustia fue aquel árbol inmenso que, como ella, parecía llorar la tragedia acontecida.
Pese a su mala fortuna creció feliz pues, ella con sus medios y esfuerzo convirtió la oscuridad en luz y calor y el olor del drama en suaves aromas de flores silvestres.
Nadie, jamás, volvió a habitar el reino.
Nadie, jamás, buscó a la princesa.
Nadie, jamás, vio como la tierra, compungida ante tal devastación, comenzó a ser generosa con el reino y su princesa, dotándolo de fertilidad, de armonía y sabor. Dispensándole lo necesario para vivir.
Nadie, excepto tres despistadas hadas, tuvo la oportunidad de saber de la princesa.
Cuando las hadas la observaron junto al sauce le concedieron un deseo. No les fue fácil elegirlo, debían ponerse de acuerdo para aunar su energía y dárselo. Tras una pequeña discusión, convinieron que lo verdaderamente bonito era conocer más allá de un reino despoblado. Por ello, le otorgaron el poder de volar, ese que a ellas les encantaba. Pero, no era un poder eterno, a la semana irían por él. De nuevo unirían sus fuerzas para recuperarlo.
http://www.botanical-online.com/dibujosdearboles.htm

La princesa agradecida con la voluntad de las hadas emprendió su viaje hacia lo desconocido. Voló sin descanso, emocionada. Todo era hermoso, majestuoso y soberbio.
Descubrió montes y montañas, algunas de ellas blancas.
Descubrió lagos y lagunas, grandes cantidades de agua de las que no vio su fin.
Descubrió valles y bosques, tierra llena de vida.
Descubrió nuevas aves y peces, reptiles y mamíferos.
Descubrió, a su vez, la mano del hombre. Su trabajo e inteligencia pero, también su avaricia y egoísmo, su osadía y falta de respeto hacia la naturaleza. La madre de todas las cosas, la que nos proporciona las fuentes indispensables sin pedirnos nada a cambio.
Descubrió la contaminación.
Descubrió riqueza y mucha pobreza. El orgullo y la ira que domina las ansias de quien controla las acciones.
Descubrió sentimientos dormidos en el fondo de su alma, la generosidad, el amor y la solidaridad ante la enfermedad y el hambre.
Descubrió la paz pero, tristemente, también la guerra.
Descubrió la destrucción.
Agotada partió hacia su reino. No quería el poder que le entregaron. Había presenciado lo más bello y lo más cruel y necesitaba la tranquilidad de su hogar.
Pasó los días que se sucedieron hasta la llegada de las tres hadas abrazada a su sauce, cobijada entre sus ramas, sintiéndolas como brazos que la mecían y manos que la acariciaban. Y así, de esa manera la encontraron. Notaron el dolor en sus ojos y la impotencia en sus palabras al preguntarle que fue aquello con lo que se había deleitado.

Las tres jóvenes hadas sintieron la culpa de su pesar así que decidieron borrarle sus recuerdos y devolverle la inocencia y la ignorancia con la que siempre había vivido. Porque ni el más preciado poder debe enturbiar la felicidad de quien está satisfecho.


lunes, 11 de enero de 2016

Microrrelato: Ansiedad

Texto presentado al I Concurso de microrrelatos Sol de otoño. 
(Retocado posteriormente a su fallo)

-Cuando seáis capaces de plasmar la tibieza del sol en otoño, el olor de los brotes en primavera, la suave brisa del mar en verano o el color de la gélida lluvia en invierno os consagraréis como verdaderos expertos en el uso del pincel, les dijo con pasión el atractivo profesor de pintura. Todo un amante de las bellas artes.
Pero Sara, ese día no se contagió de su misma entrega. Terminada la clase apenas si había dado forma a una jacarandá, un árbol color púrpura precioso y de copa muy ancha que, visualizaba para serenarse cada vez que los latidos del corazón se le disparaban.
¿De qué le servían aquellas estúpidas lecciones si la ansiedad seguía apareciendo? ¿Para qué continuar con las recomendaciones de su terapeuta si no lograba el fin esperado? Además, ¿debía contarle que a las taquicardias propias de su enfermedad se le sumaban las que ese hombre le provocaba?

Abandonar sería, una vez más, la solución a todos sus miedos.

http://www.vidablogger.com.ar/2014/04/imagenes-de-otono.html

lunes, 4 de enero de 2016

Carta a los Reyes Magos

http://www.dunade.com/fredmdhomemakers/

Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:

De nuevo otro año me dirijo a vosotros con la intención de haceros llegar mis deseos pues, he comprobado que con la magia y el gran trabajo que hacéis durante toda una noche cumplís los sueños e ilusiones de muchos niños y que, incluso con los que no se han portado bien sois generosos y que ese, tan temido carbón, sólo es un dulce castigo. Una vez me lo trajisteis porque fui un poco rebelde y hacía rabiar a mi hermana pequeña y mamá andaba el día entero detrás mío. Ahora es ella la que hace trastadas pero no le dejéis carbón, yo me río mucho y mis papás, en el fondo, también.

Me he pasado varias semanas pensando si escribiros, papá me ha dicho que esto es cosa de niños y que yo empiezo a ser un hombre, además he oído en el cole que los Reyes no existen. No he querido creérmelo porque ¿cómo si no habéis podido saber todos estos años lo que quería?
Cuando llegué a casa se lo pregunté a mamá y su explicación me convenció pues, es cierto que si tenéis que ir a las casas de todos los niños del mundo en tan poco tiempo necesitéis la ayuda de los padres, porque ellos también son los reyes de cada casa.

Finalmente me he decidido y voy a mandaros la carta porque estas Navidades lo que quiero es más importante que todos los juegos y juguetes y más valioso que el incienso, el oro y la mirra de vuestra ofrenda al niño Jesús. Este año No quiero bicis, ni motos o camiones, No quiero nada que pueda comprarse.
Todavía conservo en sus cajas algunos de los regalos del año pasado. No es que no me gusten, ya que yo los pedí, sino que no he podido disfrutarlos con mi compañero de juegos preferido, el hombre que se vuelve niño cuando está conmigo, el que me alegra y me consiente, el hombre que me quiere por encima de todas las cosas, Mi Abuelo.

En febrero de 2015 enfermó y desde entonces está muy flojito, la abuela muy cansada y mis papás tristes.
Echo de menos sus canciones tan pegadizas y sus cuentos con final feliz, echo de menos la complicidad que juntos teníamos con la abuela, echo de menos las tardes en el parque y los fines de semana en su casa. Pero, sobre todo, echo de menos la felicidad que inundaba pasillos y habitaciones y que ahora se ha tornado en miedo e incertidumbre. Miedo a que una simple llamada perturbe nuestras vidas y nos robe su presencia. Miedo al dolor de unas lágrimas que nada harán por él y que ni si quiera servirán de consuelo.

Sé que no vais a fallarme y que sabéis lo bueno que he sido y prometo desmentir en clase el rumor de que no sois reales si me traéis un único presente, la razón por la que os escribo:
Quiero que llevéis  a mi abuelito la salud que necesita, la vitalidad que siempre ha tenido y las fuerzas del niño que lleva dentro.
No os molestéis en dejarme otra cosa, porque nada me haría más feliz.

PD: podéis dejarle un libro nuevo de cuentos, el mío lo olvidé en el hospital.

Buen viaje Majestades.

Raúl.
http://galeria.dibujos.net/fiestas/navidad/los-reyes-magos-4-pintado-por-922122276-9502161.html