lunes, 29 de febrero de 2016

La posibilidad en potencia

Me atrevo a enseñaros un cachito de lo que ya empieza a tener forma. Una historia que se está gestando cual embarazo feliz y dichoso.
Un prólogo escrito con mucho cariño. Con los mejores recuerdos de la infancia, se podría pensar.
El comienzo de algo nuevo. Nuevos pasos, nuevas metas.
El título como el resto de la narrativa sigue siendo un secreto. Un secreto que espero pronto sea compartido.
Espero que disfrutéis de la lectura.

                                                                PRÓLOGO
A un mes de cerrar los libros y guardar junto con libretas y estuches esa pesada losa, a la que llaman cartera, la señorita Amparo nos dijo que, como último esfuerzo y de ayuda para subir la nota final, debíamos escribir nuestra historia.
-¿Nuestra historia?- pensamos todos pero fue Carlos, mi compañero de pupitre, lo que no me extrañó, quien trasladó nuestras dudas a palabras,- ¿Cómo nuestra historia?-.
 En más de dos ocasiones la señorita me ha pillado en otras cosas que no eran la lección que estábamos viendo porque Carlos levanta su delgado y largo brazo para preguntar:-¡Señorita! entonces… ¿las palabras compuestas se acentúan según la regla?, ¡Maestra! ¿Y si no existieran los bordes de las placas tectónicas se saldría toda el agua del mar? Ahí es cuando la señorita Amparo viene hacia nosotros, contestando a la cuestión pero observando lo que esconden mis manos bajo la mesa y, entonces estira su brazo en dirección a mí y con un sutil movimiento de índice y otro ligero de cabeza, como asintiendo, ese que te está diciendo con la mirada, “no te hagas el tonto que te he visto”, me quita lo que me tenía ausente. Alguna vez ha sido una nota que me ha llegado no sé cómo, ni de quién, con la intención de hacerme saber que hemos quedado esa tarde, pero que no llego a saber dónde porque me es requisada, otras son cromos que me ha comprado mi abuela de camino al colegio, cuando paramos en “El Rinconcito de Marina”, una tienda que hace las veces de papelería, estanco y ultramarinos. Marina es la dueña y propietaria del local, un bajo que según dice mi abuela tiene más años que las dos juntas. Una vez y, sólo una vez no quería entregarle lo que disimulaba tener, me moría de la vergüenza, el rubor subió desde la punta de los dedos de mis pies hasta el final de cada punta de mi pelo, dejando la marca que te delata ante todos, me puse rojo como un tomate bien maduro. Cuando abrió la bola de papel que había hecho mientras caminaba hacia mí, y pudo ver entre arrugas lo que contenía, su cara no fue de enfado ni descontento, tampoco seria ni disgustada, simplemente se asomó una pequeña sonrisa a sus labios, arrugó de nuevo el papel y se lo guardó en el bolsillo del pantalón.
En todas las veces que me confiscó mis pequeños secretos, no tenía la menor duda de que me serían devueltos y, así al terminar  las clases me hacía esperar hasta ser el último en salir y me decía: -la próxima no te los daré. Excepto esa única vez, que no me dijo nada y lo único que yo quería era que fuese mi confidente. Pues ahora os diré que era un recorte de revista, que le cogí a mi primo, con la imagen de una mujer en ropa interior.
Yo creo que la señorita Amparo me quería, bueno sí, nos quería a todos pero sé que conmigo era diferente.
-Sí Carlos vuestra historia- dijo,-La historia de la que formáis parte, quién es vuestra familia, el lugar que ocupáis, lo que más os gusta de ser quienes sois, el momento que más disfrutáis, qué hacéis en vuestro tiempo libre, quién es vuestro mejor amigo, podéis hablar de lo que no os gusta, lo que os da miedo y os asusta, de el mejor o peor día de vuestra vida. Seguro que tenéis muchas cosas que contar y seré yo, en exclusiva, vuestra fiel lectora. Además contaréis con dos puntos de regalo que se sumarán a la nota del examen final.
Espero conocer, hasta donde queráis enseñarme, quiénes han sido mis alumnos durante estos seis años de educación que hemos compartido, (si nos conoce de sobra, nos quejamos por evitar el trabajo) pero, sobre todo quiero saber quiénes son mis amigos, (ahí sí que todos la miramos).- Sí, mis amigos-dijo, -porque para mí, un amigo no lo determina la edad, el rango, las clases, sexos u otras particularidades, para mí un amigo es alguien con quien se establece un vínculo afectivo, un trato recíproco de amor y cariño, aquel con el que te enfadas y mosqueas pero que nada cambia la relación, con el que te identificas. Y yo así os considero-
Aún hoy, no sé si pretendía encontrar en alguno de nosotros a un excelente narrador, a unos amigos para toda la vida o, simplemente regalarnos esos dos puntos que tan bien nos venían a todos, bueno menos al empollón de la clase, porque siempre hay uno.
Lo que sí consiguió es que cada uno de nosotros hiciéramos de nuestra historia el mejor de nuestros trabajos, que no por ser un buen trabajo implica ser una buena historia o, sí…Puede que la palabra correcta sea bonita historia.
Así, de lo que en primavera de 2004 fueron unas dos hojas de libreta cuadriculada, para no torcerme ni cambiarme de renglón, ahora, unos cuantos años después, encontradas en una caja, cuya única función es la de almacenar cosas viejas e inservibles, además de mucho polvo, salen a la luz para traerme el recuerdo de un Ángel que, sin querer darse cuenta del mundo que le rodeaba, creció con el amor de los que tuvo a su alrededor.

Añadir que, como prometió la señorita Amparo, obtuve mis dos puntos, -Aunque está un poquito floja y sé que tienes algo más que contar pero, que no quieres compartir- me dijo mirándome a los ojos. Pues bien, si algún día caen sobre tus manos estas páginas espero las sientas con el peso justo (ni flojas ni fuertes), de un niño que no sabía compartir, quizás porque todo le era demasiado efímero, quizás por miedo a contar o, simplemente porque era un niño acostumbrado a callar. 

http://ieshuelin.com/huelinwp/2015/04/convocatoria-del-i-concurso-de-redaccion-letras-por-la-lectura/

lunes, 15 de febrero de 2016

Por San Valentín

http://www.pixempire.com/
Otro año más me envuelve el aroma de la fragancia que le aplicas a la joven y delicada rosa que cada
catorce de febrero me regalas.
Colocada junto a ella un paquete despierta mi curiosidad.
Me preguntaste:
-¿Con qué puedo demostrarte lo mucho que te quiero?
Al parecer las ideas te habían abandonado.

-Despertar y verte cada día, ese es mi regalo.
-Oír tu voz tras el teléfono, ese es mi regalo.
-Tu mirada en el espejo reflejando tus deseos, ese es mi regalo.
-El olor de tu perfume en mi cuello, ese es mi regalo.
-El calor con que tus palabras consuelan mi alma, ese es mi regalo.
-El sabor de unos besos que me roban el sentido, ese es mi regalo.
-El cobijo de tus brazos cual guarida en la huida, ese es mi regalo.
-La huella de tus pasos recorriendo mi camino, ese es mi regalo.
-El sonido de tu risa, la suave melodía de mis días, ese es mi regalo.
-La franqueza con la que escuchas y entiendes mis enredos, ese es mi regalo.
-Las generosas caricias que de tus manos se escapan, son mi regalo.
-La frescura con que disfrazas el hastío en la rutina, ese es mi regalo.
-El rojo con que pintas de Amor cada momento, ese es mi Regalo.

Deslizo mis dedos por el papel queriendo averiguar lo que contendrá.
"Te he dicho una y mil veces que el cariño no se compra. Celebremos juntos por San Valentín pero, el sentimiento hay que regarlo a diario cual bella flor, para que crezca y fortalezca su raíz, para que luzca radiante y sea la envidia del jardín."

Lo abro, una nota tras el primer papel: "Fuiste mi mayor descubrimiento"
Sigo desenvolviendo: "Y maldigo al no poder estar contigo a cada momento"
Ya queda menos: "Me ofreces todo de ti"
¡Por Dios! ¡Qué será!: "Y yo no me puedo resistir"
Sólo uno: "Jamás voy a dejarte"
...: "Aún cuando pienses que estás sola"

Es un cd, la caratula resume, en pequeñas fotos, nuestra historia, al dorso una dedicatoria. Lo saco, estoy intrigadísima. Lo pongo en la minicadena, me lo estoy imaginando, una ligera sonrisa se apodera de mi gesto. Se oye el discurrir del agua en la ducha, comienza a sonar David Bisbal, ya lo estoy disfrutando, de repente es mi chico el que se une a dueto, me muero de la risa. Nunca deja de sorprenderme. El contenido íntegro es un día entero con él. Podría seguir describiéndolo pero, es mi regalo, lo que significa que es sólo para mí.
Entendió la esencia de mis palabras y, su amor mezclado con pinceladas de originalidad han sido mi mejor presente.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Carta a los reyes

Relato modificado y enviado al III Concurso de la agenda compacta fm, historias de Navidad.
Radio Villalba.

Nos mudamos.
La abuela se resiste a abandonar su casa, el hogar que junto a su marido fue colmado de amor, respeto y compañerismo. Se niega a cerrar la puerta y abocar al vacío las paredes de una historia que todavía no ha terminado. Dice que lo ocurrido no es más que un punto y aparte. Sabe que sigue estando con ella y que en un futuro no lejano continuarán el libro de sus vidas.
Mamá es muy testaruda  y, aunque la abuela ha tratado de convencerla para que no lo hagamos, no quiere dejarla sola, tampoco quiere quitarle su independencia y autonomía por eso papá ha alquilado un adosado perfecto al final de su barrio.

http://www.ppdemugardos.com/2013/02/que-pasa-con-la-vivienda-comunitaria.html


El cambio me gusta, voy a conocer nuevos amigos, sin renunciar a los que ya tengo porque podré verlos en vacaciones, podré visitar a la abuela siempre que quiera y a su perezosa gata Miércoles. Le sugerí que le cambiase el nombre pero, fue el día que se la regalo el abuelo y no hay opción. Sólo con mirarla le recuerda la felicidad de ese momento.
Lo que no me gusta es tener que guardar todas mis cosas en cajas, ayudar con las de mi hermana y tirar lo que es inútil o inservible.
¡No sabía que en mis cajones existía otro mundo!
Mamá ha tenido que arreglárselas con mi armario. Mientras ella clasificaba lo que me valdría para este año de lo que no, yo buscaba y rebuscaba por los bolsillos de chaquetas, cazadoras y pantalones tratando de encontrar alguna moneda olvidada. Cuando mis dedos han topado con un sobre creí que era un billete de cincuenta euros. Al sacarlo mamá me lo ha quitado de las manos y acariciándolo con las suyas me ha pedido que, por favor, lo abriera y le leyese lo que ponía.
Era mi carta, mi última carta a los Reyes Magos.
 
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:

De nuevo otro año me dirijo a vosotros con la intención de haceros llegar mis deseos pues, he comprobado que con la magia y el gran trabajo que hacéis durante toda una noche cumplís los sueños e ilusiones de muchos niños y que, incluso con los que no se han portado bien sois generosos y que ese, tan temido carbón, sólo es un dulce castigo. Una vez me lo trajisteis porque fui un poco rebelde y hacía rabiar a mi hermana pequeña y mamá andaba el día entero detrás mío. Ahora es ella la que hace trastadas pero no le dejéis carbón, yo me río mucho y mis papás, en el fondo, también.

Me he pasado varias semanas pensando si escribiros, papá me ha dicho que esto es cosa de niños y que yo empiezo a ser un hombre, además he oído en el cole que los Reyes no existen. No he querido creérmelo porque ¿cómo si no habéis podido saber todos estos años lo que quería?
Cuando llegué a casa se lo pregunté a mamá y su explicación me convenció pues, es cierto que si tenéis que ir a las casas de todos los niños del mundo en tan poco tiempo necesitéis la ayuda de los padres, porque ellos también son los reyes de cada casa.

Finalmente me he decidido y voy a mandaros la carta porque estas Navidades lo que quiero es más importante que todos los juegos y juguetes y más valioso que el incienso, el oro y la mirra de vuestra ofrenda al niño Jesús. Este año No quiero bicis, ni motos o camiones, No quiero nada que pueda comprarse.
Todavía conservo en sus cajas algunos de los regalos del año pasado. No es que no me gusten, ya que yo los pedí, sino que no he podido disfrutarlos con mi compañero de juegos preferido, el hombre que se vuelve niño cuando está conmigo, el que me alegra y me consiente, el hombre que me quiere por encima de todas las cosas, Mi Abuelo.

En febrero de 2013 enfermó y desde entonces está muy flojito, la abuela muy cansada y mis papás tristes.
Echo de menos sus canciones tan pegadizas y sus cuentos con final feliz, echo de menos la complicidad que juntos teníamos con la abuela, echo de menos las tardes en el parque y los fines de semana en su casa. Pero, sobre todo, echo de menos la felicidad que inundaba pasillos y habitaciones y que ahora se ha tornado en miedo e incertidumbre. Miedo a que una simple llamada perturbe nuestras vidas y nos robe su presencia. Miedo al dolor de unas lágrimas que nada harán por él y que ni si quiera servirán de consuelo.

Sé que no vais a fallarme y que sabéis lo bueno que he sido y prometo desmentir en clase el rumor de que no sois reales si me traéis un único presente, la razón por la que os escribo:
Quiero que llevéis  a mi abuelito la salud que necesita, la vitalidad que siempre ha tenido y las fuerzas del niño que lleva dentro.
No os molestéis en dejarme otra cosa, porque nada me haría más feliz.

PD: podéis dejarle un libro nuevo de cuentos, el mío lo olvidé en el hospital.

Buen viaje Majestades.

Raúl.

No sé que hacía ahí metida en mi vieja chaqueta de los domingos pero sí sé que las cosas suceden por algo y ese instante nos lo trajo él.
Mi abuelo estaba entre el desorden y las cajas, observándonos, orgulloso de su familia y tranquilo por su mujer.


http://lacartaysuspartes.blogspot.com.es/2014_12_01_archive.html

miércoles, 3 de febrero de 2016

El foco

Soñaba cada noche con una larga y rubia melena o, morena, como esa del anuncio de champú que tanto le gustaba.
Entendió que, ante el primer brote de piojos que hubo en su clase, su madre le cortase el pelo hasta el punto de parecer un chico.
-Esos malditos bichos no se atreverán a molestarte, dijo y las dos se rieron. Realmente no estaba tan mal como pensó en un principio. Además no era un gran inconveniente, el pelo crece.
Y le crecía y, de nuevo se lo cortaban y otras explicaciones que para ella sólo eran excusas: "tendrás menos calor este verano", "con esos nudos es imposible peinarte", "te saldrá más fuerte"... ¿ A caso su madre quería un niño y esa era su manera de hacérselo saber?
Comenzó a odiarla, por su culpa en clase le habían cambiado el nombre, ya no era Daniela sino Daniel o, peor aún eran los apodos: Daniela y el chico que vive en ti, el chico que se tragó a Daniela, marimacho... En los recreos la obligaban a ir al baño de los chicos y a orinar de pie como ellos, la instaban a que jugase al fútbol... las burlas fueron en aumento. La apartaron, incluso su mejor amiga tuvo que separarse de ella para no padecer las mismas humillaciones.
Daniela nunca dijo nada. Sus profesores ignoraban lo que sucedía y su madre no le preguntaba, a pesar de advertir cierto cambio en su actitud, estaba demasiado ocupada.

Una mañana llamaron del colegio, Daniela llevaba tres días sin aparecer por el aula y querían averiguar si se encontraba bien. Su madre fue la primera sorprendida, ¿dónde iba Daniela cada mañana? ¿Por qué fingía ir al colegio? ¿Tenía problemas y no el suficiente valor para contárselo? 
Esperaba hablar con ella cuando regresase, quizá no le hubiera prestado la atención necesaria. No iba a enfadarse.
Esperaba una conversación que llegaba demasiado tarde.
Esperaba el sonido de unas llaves en la cerradura.
Esperaba poder disculparse.

Es injusto como el destino se encarga de hacerte responsable para el resto de tu vida, cuando con un sincero arrepentimiento y una simple disculpa las cosas hubieran cambiado.

Esa mañana Daniela fue atropellada. Un conductor ebrio se saltó un semáforo en ambar. El impacto contra el bordillo al caer le ocasionó la muerte al instante.

Por boca de su mejor amiga, su madre supo lo que Daniela había sufrido.
Ahora emprende acciones legales pero jamás se sacará esa espina. Una espina que ella misma favoreció.
De niña era vejada por sus compañeros sólo por tener una larga melena pelirroja, la tacharon de bruja, le insultaban, soportó la crueldad de unos niños sin corazón, la llamaban engendro del mal. No quería que su historia se repitiera.
Nunca podrá perdonárselo.

AUTOREFLEXIÓN
-¿Por qué se frustran los sueños de un hijo sólo por temor a revivir nuestros miedos?
-¿No se merecen ellos la libertad de creer, experimentar, conocer y desear como seres únicos que son?
-Pensar que lo hacemos por su bien es el mayor error infundado y universalizado, ¿no será nuestro bien?
-Esperar a que sea tarde es la solución de quien no se involucra y del que duerme con los ojos abiertos.
-Las palabras son importantes, los gestos son un apoyo y las acciones son inmediatas. No dejes que ocurra.

Este es un ejemplo de que, en ocasiones el foco está dentro, se propicia y se ignora. Pero hay muchos focos y lugares donde se radian conductas indeseables y acciones malintencionadas , piedras de un camino cuyo daño es irreparable.

Educar, enseñar, respetar, valorar, tolerar, sensibilizar, amar al prójimo, ser asertivo y empatizar es tarea de todos.

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