martes, 6 de octubre de 2015

Reflexión: Utopía

¡Dime! Sé sincero.
http://www.revistautopia.com/
¿Qué haces cuando sientes que la situación te supera?
¿Dónde metes la cabeza para evitar mayores consecuencias porque sabes que tu boca no va a quedarse callada?
¿Qué es eso que te da la calma y serenidad necesarias para aguantar siempre un poco más?
¿Quién refrena tus impulsos y apacigua tu carácter?
¿Cuál es el lugar al que escapas y hacia qué dirección conduces tus pensamientos tratando de conciliarte con lo que te aflige?

¡Dime! Sé sincero.
Qué fácil es decir aquello de "al mal tiempo buena cara" desde una posición holgada.
Qué fácil es justificar el comportamiento de otros cuando no nos salpica.
Qué fácil es hacer la vista gorda cuando no queremos darnos por enterados.
Qué fácil es sentir la pena ajena sin que nos desgarre el alma.
Qué fácil es hoy ser y mañana no saber.
Qué fácil es poner la otra mejilla para quien lo aconseja.
Qué fácil es herir la integridad sin pagar las tasas del respeto y la educación.
Qué fácil y qué bien lo hacemos todos eso de hablar de lo que no conocemos e incluso de lo que no entendemos.
¿Cuando somos maestros y cuando simples aprendices de la vida?

¡Dime! Sé sincero.
La labor de unos padres para con sus hijos no es otra que la de inculcar los valores que conformen una conducta digna y sana, basada en el amor hacia lo que les rodea y la responsabilidad que de sus actos se derive.
Desde niños nos educan dentro la norma. Reglas que rigen la convivencia ciudadana y el estado de bienestar social.
Nos enseñan cuales son nuestros derechos, no sin mencionar, por supuesto, nuestros deberes.
Diferencian lo que está bien de lo que no lo está. Imponiéndonos cierto castigo para que no reincidamos en malos actos.
Ensalzan la honestidad, la solidaridad, el socorro y la cooperación. Sentimientos que hacen grandes a las personas.
Nos hablan de compartir, de dar sin recibir, de querer al prójimo como a uno mismo.
Pero, ¿dónde se aprende que son otros los que pueden saltarse el orden? ¿dónde adoctrinan a reunir las fuerzas y la paciencia indispensables para afrontar los baches, en ocasiones, socavones que se encuentran en el camino? ¿dónde olvidan y pierden la vergüenza y consideración aquellos que para subir empujaron y pisaron sin importar a qué o a quienes? ¿dónde acaba lo bueno y empieza lo ladino?

¡Dime! Sé sincero.
La inocencia debería ser innata a cualquier edad.
El poder y la ambición condiciones del filántropo y obtener así un mayor amor hacia las personas. La ayuda a gran escala es la solución a los problemas.
El orgullo y egoísmo tan sólo espinas que enardezcan nuestro amor.
Los celos y la envidia críticas constructivas del cariño a los demás.
La inteligencia la escalera común que nos lleve a un mundo mejor.
El trabajo inherente a todas las personas.
El hambre sólo de deseo.
La guerra ni en los juegos...
Seguiría convirtiendo sentimientos, condiciones, capacidades y realidades en utopías, pues estoy convencida de que sería la única manera de ahorrarnos tantos y tantos dolores de cabeza por las preocupaciones económicas, laborales, relacionales... La única manera de que el vaso nunca se colmase. La única manera de no terminar estallando como metralla. La única manera de no buscar el medio de huir. En definitiva, la única manera de soportar la vida.
O a caso ¿tú tienes la solución? Si no, al menos, cuéntame ¿qué haces cuando todo se desborda?

¡Dime! Sé sincero.

http://educacionglobalresearch.net/como-funciona/


1 comentario:

  1. cuanta verdad y que gran forma de contar tanto en unas lineas!!! la vida

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